Organismos de derechos humanos repudiaron el gesto misógino de Ritondo

Organismos de derechos humanos salieron a repudiar en las últimas horas la violencia política y de género que ejerció Juntos por el Cambio en la sesión del último jueves que se cayó en la Cámara de Diputados nacional, en donde se buscaba aprobar la creación de 8 universidades, de las cuales cinco tendrían asiento en la provincia de Buenos Aires.

Dentro de los rechazos de los organismos, está el gesto misógino del titular del bloque PRO, Cristian Ritondo, sobre el cual pesa un pedido de expulsión presentado por la bancada del Frente de Todos.

“Por una convivencia democrática, queremos expresar nuestra solidaridad con la presidenta de la Cámara de Diputados de la Nación, Cecilia Moreau, y a la vez repudiar las expresiones de violencia política y de género que se vivieron en la sesión del pasado jueves”, expresaron en un comunicado los organismos de derechos humanos en referencia a los gestos misóginos de Ritondo.

En su escrito, los organismos de derechos humanos manifestaron que “la sociedad” definió cerrar “hace casi 40 años cerrar un capítulo de horror y construir acuerdos de convivencia democrática”, al tiempo que advirtieron que no se puede permitir “de ninguna manera ese tipo de expresiones, menos aún si se trata de quienes han sido honrados con el voto popular para ser representantes de los intereses colectivos“.

Entre los organismos de derechos humanos que firmaron el repudio a la violencia política y a los gestos desubicados de Cristian Ritondo se encuentran Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Abuelas de Plaza de Mayo, Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, H.I.J.O.S. Capital, Asamblea Permanente por los Derechos Humanos y Fundación Memoria Histórica y Social Argentina.

También, apoyaron el comunicado que repudia el gesto misógino del diputado nacional y jefe del bloque PRO la Liga Argentina por los Derechos Humanos, la Asociación Buena Memoria, la Comisión Memoria, Verdad y Justicia de Zona Norte, los Familiares y compañeros de los 12 de la Santa Cruz y la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de La Matanza.

Vale recordar que, el jueves, el Frente de Todos en la Cámara de Diputados de la Nación fracasó en su intento de aprobar diversos proyectos, entre ellos los que establecían la creación de nuevas universidades, luego de que la sesión ingresara en un clima tumultuoso que impidió su continuidad ante la falta de quórum provocada por Juntos por el Cambio.

El escenario tenso, fue consecuencia de la controversia planteada cuando fracasó la sesión preparatoria, ya que no bajaron al recinto Juntos por el Cambio, el Interbloque Federal y la izquierda, por lo que no se pudieron elegir las autoridades del cuerpo, al objetar la decisión de Cecilia Moreau, formalizada el miércoles, de dejar sin efecto la nómina de legisladores designados para integrar el Consejo de la Magistratura.

Además, al ambiente caldeado se le sumó un gesto ofensivo y misógino del titular de la bancada de PRO, Cristian Ritondo, que le valió un pedido de expulsión del cuerpo por parte del bloque del Frente de Todos, dado que la diputada oficialista, Mara Brawer, denunció al legislador opositor por “inhabilidad moral”.

En ese sentido, a raíz de los gestos de Ritondo, la diputada nacional del Frente de Todos presentó un proyecto amparada en el artículo 66 de la Constitución Nacional, que permite aplicar sanciones cuando se produce una conducta inadecuada de un legislador. Para que ello avance, se requiere el aval de los dos tercios del cuerpo legislativo.

Cabe destacar que, en la convocatoria del jueves, el Frente de Todos había reunido el quórum de 129 legisladores para llevar adelante la sesión, cuando los representantes de Juntos por el Cambio bajaron al recinto con el único objeto de obstruir el normal desarrollo del debate legislativo. Hubo gritos, insultos y golpes en las bancas contra la presidenta del cuerpo, Celilia Moreau.

En ese marco, el diputado de Juntos por el Cambio Cristian Ritondo alzó ambas manos e introdujo el dedo índice de una mano en un círculo formado por los dedos índices y pulgar de la mano contraria. Finalmente, su gesto misógino duró un instante, porque rápidamente juntó las palmas, como si se despidiera de los oficialistas.