Qué hubiésemos sido si nos hubiesen dejado ser
Soberanía política, independencia económica y justicia Social, Las tres banderas que enarbola el peronismo como fundamentos para desarrollar a la patria, fueron erguidas de alguna manera, hace 194 años por un riojano que paso a la historia equivocadamente como tirano, déspota, timbero, terrateniente y cuantas otras cosas más que se dijeron del caudillo, gracias en parte, a la mano de Domingo Faustino Sarmiento quien lo tratara así en su famosa biblia anti federal “El Facundo Civilización o Barbarie”.
La historia escrita por los que ganaron, siempre tiene páginas que demonizan a los héroes y endiosan a los tiranos. Hoy vemos a esa maléfica historia repetirse en nuestros días, como una ruleta rusa que juega un caprichoso y endemoniado juego. Es meritorio por ello, recordar en este 27 de Noviembre, fecha de su nacimiento, al Brigadier General Juan Facundo Quiroga, quien tuvo la “osadía” de crear en 1824 La Casa de la Moneda de la Rioja, y enfrentar abiertamente con esta medida, al poder centralista de Buenos Aires con una medida federal que puso los pelos de punta a las grandes potencias de ese entonces como Inglaterra y Francia, ligadas íntimamente a los gobernantes de turno.
Si bien es cierto otras provincias ya habían creado sus propias casas de moneda como Córdoba en 1815 y Mendoza en 1822, la de La Rioja amenazaba en convertirse en la más importante del país, ya que tenia yacimientos de oro y plata propio como la mina Famatina, lo que le permitiría autoabastecerse. Aparte, estaba rodeada de otras provincias mineras como Catamarca, Tucumán, Salta y San Juan, lo que le aseguraba insumos para una acuñación de moneda constante y de buena calidad.
Lo que Facundo pretendía con esta medida, era que en el país dejaran de circular un montón de monedas hechas por particulares y las monedas provenientes de Bolivia que eran las más usadas y de aceptación en todo el territorio. Además, si consideramos que en Buenos Aires circulaban billetes impresos en Inglaterra, la idea de Facundo era la de soberanía política, independencia económica y justicia social. No debe creerse (o si) que el caudillo fue el primer peronista de la historia, pero sus ideales de una patria justa digna y soberana, se acerca bastante a los principios justicialistas. Una moneda acuñada en suelo argentino, y respaldada por el material del cual estaba hecha.
No había necesidad según Facundo, de endeudarse en el extranjero con costosas maquinarias para imprimir billetes y acuñar monedas, tampoco había necesidad de crear otra casa de moneda en capital federal, era cuestión de “apoyar” la existencia de la casa creada en La Rioja. Todo se podía hacer acá, con mano de obra de nuestro país y con materiales nacionales tal como lo había demostrado en sus “cardones” de plata y oro, así eran llamadas las monedas riojanas. Pero no, el sueño de que el interior del país fuera uno de los ejes de desarrollo de la Argentina no pudo llevarse a cabo. El Pte Rivadavia hizo lo imposible en el plano político para frenar la acuñación de monedas.
Después, los ganadores que escribieron la historia, dijeron despóticamente, que a Quiroga solo le interesaba hacer negocio ya que él era dueño de acciones dentro de la mina Famatina, lo cual era cierto, era, en pequeña medida, propietario de la mina. Lo que no cuenta la historia es que hasta el gobernador mudo su despacho a las inmediaciones de la mina para controlar “in situ” la calidad de las monedas y que fue Facundo el que construyo todo con su propio dinero. El caudillo era un importante comerciante que había heredado parte de su fortuna de su padre. También la historia se olvido de contar, que Facundo dono alimento, ropa, víveres, dinero y animales al Ejército del norte cuando el Gobierno Nacional se quedo sin un peso para abastecer a la tropa y el caudillo no les cobro un centavo.
En 1881, se crea la Casa de la Moneda de La Nación con sede en Buenos Aires, con el fin de unificar en un solo tipo moneda y un solo tipo de billete, la plata que debía circular en el país. Las maquinarias fueron traídas desde Europa. El sueño de Facundo lo hizo realidad otro, el no pudo verlo, había sido asesinado años antes.