En dos días el Banco Nación desembolsó US$ 500 millones para frenar el dólar
Aun así, en una semana saltó 50 centavos a $20,25. El peso fue la moneda más golpeada de los emergentes.
Desde que este el lunes, Wall Street vivió la mayor caída del Dow Jones desde 2011, todos los mercados del mundo se vieron afectados y Argentina no fue la excepción. Lo que sí fue excepcional fue la magnitud del impacto en el país: incluso con la fuerte intervención de la banca pública, el dólar dio un salto de cincuenta centavos en cinco días y cerró en $20,25, el valor más alto de la historia.
De esta forma, en una semana el dólar subió 2,53% de los cuales la mitad (1,26%) fue solo en una jornada en la que por orden de Javier González Fraga el Banco Nación desembolsó 400 millones de dólares para evitar que la subida fuera incluso mayor. En efecto, la cotización minorista llegó a $20,45 cuando en el mayorista estaba en su máximo de $20,295.
Un número que curiosamente coincide con el monto del polémico préstamo que el Nación tomó bajo la gestión de Fraga, supuestamente para reforzar su capacidad de crédito. Con un agravante, el Nación desde que asumió Fraga empeoró de manera acelerada sus ratios de liquidez por las exigencias de asistencia que le llegan desde la Casa Rosada.
En el mercado llamó la atención que sólo haya intervenido el Nación para controlar la divisa, cuando el que tiene más poder de fuego es el Banco Central. De hecho la entidad que conduce Sturzenegger agregó en su comunicado de este viernes una aclaración sugestiva: "En el mercado de cambios, el BCRA no tuvo participación".
En el mercado llamó la atención que sólo haya intervenido el Banco Nación para controlar el dólar y no el Central que tiene más poder de fuego.
El operador cambiario de ABC Mercado de Cambios, Fernando Izzo, desde el comienzo de la ronda de este viernes se manifestó la presión alcista con una suba a $20,16 "porque los operadores saben que no alcanzan los dólares que ingresan, para satisfacer la demanda de activos más estables".
El analista también remarcó que: "Hay que tener en consideración que el volumen que se estaba invirtiendo en pesos, en tasas de interés, sigue siendo muy superior a lo que materialmente - por coberturas en moneda dura- se pueden dar vuelta, a pesar de tomar pérdidas significativas".
"Es por ello que el Banco Nación que estuvo todo el día ofertando la divisa -operadores estiman que vendió cerca de 400 millones de dólares - y en un momento se llegó a operar en el máximo del día que fue $ 20,2950. Pero cerca del final de la jornada, el Nación vendió agrediendo a los compradores, hasta que llegó a torcerles el brazo, cerrando el tipo de cambio del dólar mayorista a $19,98 vendedor, casi a los mismos precios que ayer, y el billete a $ 20,25 vendedor. Sin embargo, el precio del dólar de referencia promedio de hoy que el BCRA informa (C:3500), fue de $ 20,1258", concluyó el operador.
Así, para mantener el dólar mayorista debajo de los $20, el Banco Nación desembolsó un total de 500 millones de dólares -100 millones ayer y 400 millones adicionales hoy-, mientras que Federico Sturzenegger sigue sin intervenir. De todos modos, no logró contener el alza en línea con lo que sucedió con otras monedas de la región. Incluso con las ventas de la banca pública, solo en un día el dólar frente al peso subió 1,26%, mientras que frente al real brasileño subió casi 1%, el peso mexicano 0,50%, y el peso chileno 0,40%.
Esta profunda vulnerabilidad externa ya había sido anticipada por el influyente Instituto Internacional de Finanzas (IIF) en la elaboración de su "Heat Map", como reveló en su momento LPO. Argentina es el tercer país emergente más vulnerable a
shocks externos, apenas detrás de Turquía y Ucrania.
El Nación desembolsó un total de US$ 500 millones, pero no logró contener el alza del dólar, en línea con lo que sucedió con otras monedas de la región: en esta jornada el dólar frente al peso trepó 1,26%, por encima del promedio de la región.
En este sentido, los especialistas advierten que el efecto "lunes negro de Wall Street" se vio "magnificado porque somos más sensibles a los cambios en la aversión del mundo al riesgo y esto marca un desacople respecto del resto de la región a la corrección de los mercados de Estados Unidos", explicó el economista y director de la consultora Eco Go, Federico Furiase.
"Argentina está muy expuesta porque tiene un déficit fiscal de más del 6% del PBI, una cuenta corriente deficitaria récord y vencimientos de Lebacs equivalentes al 45% de la base monetaria cada mes", remarcó Furiase entre las razones de la vulnerabilidad de nuestra economía.
En efecto, si se contempla lo que viene sucediendo con el dólar a partir del cambio de meta se observa que el riesgo argentino es mayor al global. Así desde el 27 de diciembre, la moneda estadounidense subió 9% acá mientras cayó en otros países de la región, incluso contemplando los reacomodamientos de los últimos días.
"Quizás en la comparación contra el viernes pasado, la reacción del dólar es más pareja: en Argentina subió 2,8% en Brasil, 2,8% también; en Colombia, 3,5%; y en Chile, 0,1%. Pero cuando se mira el impacto en el riesgo país, Argentina siguió subiendo más que el promedio del EMBI+. El de Argentina aumentó 29 puntos básicos en una semana y el índice que aglutina a todos los países emergentes, 18 puntos", precisó Furiase.
"Por eso me parece bien que los bancos públicos le pongan una cota al dólar porque puede recalentar la inflación. La velocidad de la depreciación puede complicar la política económica y correr el arco de la inflación, de las paritarias y también de la política de créditos hipotecarios, el caballito de batalla del Gobierno", concluyó el especialista.
De todos modos, por el momento hoy en el mercado de futuros de Rosario, Rofex, se detuvo la presión alcista: para casi todos los plazos las cotizaciones cayeron dos centavos respecto de ayer. De los 880 millones de dólares operados en este mercado, más de la mitad se operó a fin de febrero a $20,36 con una tasa implícita de 33,65% TNA, mientras que el plazo más largo fue junio a $21,68 (22,03% TNA).
"Lo otro que jugó fue en manejo del cambio de la meta de inflación, no porque estuviera mal, sino por la forma de aplicarlo: la última baja de la tasa no tuvo tantos argumentos del lado de la inflación y pareció responder a un mandato más que a los datos. Y a esto se suma que el Gobierno tuvo cierto costo político de la reforma previsional: puntualmente lo obligó a freezar la reforma laboral. Todo esto se tradujo en el riesgo país", destacó el economista.